Hace unos días que tengo un tema en mente para hacer una entrada en este blog, pero no consigo desarrollarlo como quisiera. Creo que es una de esas preguntas imposibles de responder o al menos a mi me lo parece. Puede que sea una de esas respuestas que dan sabiduría o ayudan a descubrir el sentido de la vida :)
¿Puedes echar de menos a alguien que aún no has conocido?
Ya pondré la reflexión algún día. De momento os hago partícipes de ella.
Los comentarios son gratis :P
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I've been thinking about this post for some days. I had the idea but I couldn't develope it properly. I believe is one of those hard questions to answer. Maybe the answer may give us wisdom o help us to get "meaning of life".
Can you miss someone you hadn't meet?
Some day I'll put my answer but now I present it to you.
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3 comentarios:
Claro que se puede. Al menos en mi cabeza siempre ha estado esa persona que existe por algún sitio, que nunca la he conocido y, probablemente, nunca la conozca. Pero lo extraño, es como si siempre hubiera estado presente y, al mismo tiempo, ausente porque nunca ha estado realmente.
Es simplemente una locura. Pero es lo que siempre he pensado. Quiero creer que algún día vamos a escontrarnos y ya nunca tendré que extrañarlo.
Ay Luis, me hacés pensar xD Si no me equivoco, alguna vez he leído algo con esta pregunta: una frase o algo... pero no puedo recordar en dónde.
Besos para vos ^^
Hace unos veinte días nos hablaba un profesor sobre el amor expectante, nos decía que los seres humanos tenemos la capacidad de amar, sea del tipo de amor que sea, a quien no ha entrado en nuestra vida, a quien no conocemos...
Y no es extraña su afirmación, yo también lo creo, siempre tenemos un algo ahí en el corazón y en la cabeza que nos hace añorar a una personita a la cual no hemos visto o conocido...
Así que, ya ves, es posible y no eres el único al que le puede pasar :P
Muchos besitos!!!!!!!!!
Pienso que creamos imágenes en nuestra mente de aquello que no tenemos y anhelamos. A veces son tan fuertes, tan "reales" que somos capaces de echarlas de menos, puesto que carecemos de ellas. Echamos de menos poseerlas o disfrutarlas. Nos hacen falta. Incluso podemos llegar a sufrir por no tenerlas. E incluso decepcionarnos si un día comprobamos que sólo existen en nuestra mente.
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